Antes de continuar, me gustaría aclarar que no es que me proponga hacer un relato de intriga en el que mantener a la espera de la próxima entrega a las lectoras. Lo que ocurre es que es una historia muy larga, por lo que no quiero hacer pots interminables e infumables. Así que prefiero ir recordando y contando poco a poco.......





La próxima semana se iba a presentar un problema que haría que me cabreara un poco. Como ya he dicho mis dos compañeras de piso tenían que compartir habitación, y a pesar de que se conocían desde pequeñas ( lo que es la casualidad, eran amigas de infancia que luego perdieron el contacto y se volvieron a encontrar aquí, en el piso) pues cada una quería intimidad. Solución: buscar un piso más grande. Para mí eso era una putada, pues yo se los había dicho y ahora cambiarme de piso con ellas a uno más grande suponía un lío y un perder dinero. Ésto no me sentó muy bien, pero si no me iba con ellas, tendría que volver a buscar compañeras....



Esa semana ellas estuvieron mirando algunos pisos, yo no podía ir ( era y soy una persona ocupada, jeje) así que cuando encontaron uno que estaba bien, fui a verlo. A pesar de que les dije que sí, que me iba con ellas, por la noche lo consulté con la almohada y decidí quedarme donde estaba que era mejor, y volver a la ardua tarea de buscar gente que te ayude a pagar el alquiler.



Las chicas no se lo tomaron mal, y ésta en cuestión me dijo que me iba a echar mucho de menos y que quería que viviéramos juntas. Ayyyy....dios miooooo, se me caía la baba.



Yo encontré un chico muy majo con el que compartir piso y ellas empezaron la segunda mudanza.



Cuando ella ya estaba en su piso nos veíamos poco. En la cafetería de la facultad y en los pasillos, seguíamos hablando, nos mirábamos, nos reíamos, yo le decía que la echaba de menos y esas cosas. Los días que no nos veíamos nos llamábamos por teléfono y nos preguntábamos qué tal el día, hasta que ya empezamos a llamarnos incluso cuando nos hubieramos visto por la mañana en la facultad. De vez en cuando quedábamos para ir al cine, comer, tomar algo con la otra chica y alguien más. Pero hasta ahí.



A la semana de estar ellas en su piso nuevo, cualquier excusa era buena para venirse al mío: que si no tenemos tele, que si nos da miedo estar aquí solas, que si la dueña del piso entra cuando quiere, etc, etc, etc. Un domingo llegué al piso y recibo una llamada de ella en la que me dice que si se pueden venir a dormir, que se había ido la luz y que les daba miedo. Yo me había pasado a la habitación grande y el chico en la pequeña, así que como había camas de sobra le dije que sí. Pusimos las dos camas en mi habitación, y allí se quedaron dos semana. Lo que iba a ser una noche pasaron a ser dos semanas.....



Durante esas dos semanas cada vez estabámos más cerca. Nos quedábamos hablando hasta las 5 de la mañana, empezaron los besos y abrazos antes de dormir ( totalmente castos), el abrazame mientras vemos la tele, y esas cosas.



Hasta aquí todo el mundo piensa que sabe lo que va a pasar, pero nooooooo.



Un viernes yo me iba a casa por la tarde, ellas tenían una fiesta y me dijeron que me quedara, yo no recuerdo cuál era el motivo, pero me iba. Ese día había quedado con una amiga y su novio, estuvimos toda la tarde por ahí y al final no me fui esa noche, pero tampoco la llamé para ir a la fiesta.



A la mañana siguiente, en la estación de autobuses, ya montada yo en el bus para irme a casa, la veo que va corriendo a montarse en el suyo. Le mandé un sms y le dije que al final había pasado la noche en Málaga y que la acababa de ver corriendo. A esto, me manda un sms y me dice que la fiesta muy bien y que se había líado con un compañero de clase que lleva detrás de ella desde el principio y además, estaban juntos. Cuando leí el sms me jodió y no lo entendía por cómo habíamos estado, pero hice lo típico que se hace en estos casos....
" me alegro mucho, espero que os vaya muy bien".......





Hasta aquí........mañana la siguiente parte.